Cuba, en la mira de Donald Trump
Jaime Irra Carceda/IRZA
Estemos seguros de que en los corrillos políticos y financieros de todo el mundo el tema de conversación tiene que ver con las estrambóticas declaraciones del presidente de los Estados Unidos de América (denominación oficial de ese país), Donald Trump, sus anuncios expansionistas.
Que quiere comprarle a Dinamarca la isla de Groenlandia (la más grande del globo terráqueo), que sería mejor para los canadienses convertir a su país en el estado 51 de la Unión Americana y de pasada que México sea la entidad federativa número 52 de ese imperio.
Donald Trump también ha puesto sobre la mesa geopolítica que la ensangrentada Franja de Gaza, allá en el Medio Oriente, en la parte oriental del mar Mediterráneo, pase a ser administrada por el gobierno gringo.
El casi octogenario líder norteamericano deslizó que convertiría a la Franja de Gaza en un gran balneario con grandes hoteles, campos de golf, restaurantes de alta gama, gran aeropuerto, radas para yates de lujo, entre otras linduras.
Y que los actuales habitantes de esas tierras emigren a otras ubicadas en el vecino Egipto y de otros países árabes, puesto que son parte de esta etnia milenaria.
Trump anunció también que aumentaría la capacidad de sus instalaciones militares en Guantánamo, al sureste de la isla de Cuba, para mandar ahí en calidad de presos a los inmigrantes ilegales que deporte su gobierno porque considera que todos esos pobres hombres, mujeres, niños y niñas forman parte del inframundo, que muchos de ellos son violadores sexuales, ladrones u homicidas, una plaga que es un peligro para la bienportada sociedad norteamericana.
Si esto es así en Guantánamo, ahora mismo Trump estaría enviando a más soldados de su enorme ejército y, se infiere, aumentaría muy considerablemente su fuerza militar en la isla, incluidos más buques, aviones, helicópteros, armamento y otros insumos bélicos.
Ante lo que ocurre en Guantánamo, puede ser que los temas Canadá, México, Groenlandia y la Franja de Gaza sean meros distractores.
Puede ser que el verdadero objetivo geopolítico y militar de Trump sea Cuba, aprovechando que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está distraído por su invasión de Ucrania. (www.agenciairza.com)