Obispo Salvador Rangel: “Todos los narcos de Guerrero son católicos, son cristianos”

– Y habla sobre su relación con varios grupos criminales

Chilpancingo, Gro.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, asegura que “todos los narcos de Guerrero son católicos, todos son cristianos”, porque ellos bautizan a sus hijos, se casan y también realizan funerales en el marco de la religión católica.

Rangel Mendoza dejó en claro que la iglesia católica aquí en la entidad proporciona servicios religiosos “a los narcos” como a cualquier ser humano, igual que a todos los feligreses, no hay distinción en nada “porque son personas comunes”.

Recordó que cuando él llegó a Chilpancingo, en el año 2015, “me trajeron aquellos señores”, narcos del estado de Hidalgo en donde también se desempeñó como obispo.

Reveló también que en vez de que lo recibieran las autoridades del gobierno estatal y municipal o los sacerdotes en su primera vez aquí en Guerrero, “fue un grupo de estos señores los que me recibieron”, en referencia a los narcos asentados en esta entidad federativa.

También vino a su memoria que recién llegado a Guerrero se enteró de que a un párroco del municipio de Hueycantenango lo estaban extorsionando y al de Obispo de Tlapa le estaban cobrando derecho de piso por la catedral. El crimen organizado le exigía una parte de las limosnas.

Dijo se armó de valor y pidió los narcos criminales de la zona centro de la entidad: “les encargo mucho al sacerdote de Hueycantenango y al de Tlapa, no se me hace justo que a una iglesia, que algún obispo le estén cobrando derecho de piso”

Expuso que le contestaron los delincuentes que Tlapa estaba “muy lejos, la influencia de nosotros no llega hasta allá”.

Rangel Mendoza agregó que ante esa respuesta les dijo: “yo no sé cómo le van hacer, pero ayudémonos” y que el resultado fue que el otro grupo de narcos, ya no cobró derecho de piso en Tlapa, pero que el presbítero del municipio de Hueycantenango se tuvo que cambiar a otra sede católica para que no le hicieran daño.

“Fue la manera como me fui relacionando con un grupo de narcos”, comentó Salvador Rangel Mendoza.

Luego manifestó que en otra ocasión se relacionó con otro grupo de narcos porque le llamaron vía telefónica a las 11 de la noche y le dijeron que habían decidido asesinar a un sacerdote, por lo que dijo que se entrevistó “con los señores de la Sierra”.

Dijo que les suplicó que a lo mejor el padre cometió errores al hablar de más, “les pedí que me permitieran sacarlo, porque asesinar a un presbítero provocaría un problema con ellos aquí en Guerrero”.

“Y afortunadamente tuve la oportunidad de sacar a ese sacerdote, y no le hicieron nada”, aseguró el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel Mendoza.

Expuso que donde no ha podido meter las manos es en el municipio de Iguala, zona Norte, porque dijo que en esa zona la situación “está muy difícil, considero que es el foco rojo que tenemos aquí en Guerrero”.

A pregunta expresa del reportero, sobre que si no tiene miedo, el obispo Salvador Rangel contestó: “claro que sí tengo miedo, aquí en la Sierra de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) por lo menos me han tocado tres balaceras”. (www.agnciairza.com)

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