NORMA OTILIA Y LA CAPACH
Jaime Irra Carceda/IRZA
Durante su campaña en pos de la Alcaldía de Chilpancingo, cuando en busca del voto visitó centenares de colonias, los barrios históricos, los conjuntos habitacionales, Norma Otilia Hernández se atrevió a prometer a miles y miles de votantes que si llegaba al poder resolvería el problema de la escasez del vital líquido, cómo de que no.
Norma Otilia cumplirá en breve un año y medio como alcaldesa y aquella promesa o se ha olvidado o simple y sencillamente la mujer no posee el recurso del talento, las habilidades para resolver ese problema que ahora mismo sufren miles de familias que se ven obligadas a comprar el agua a los piperos y en consecuencia ven sumamente mermadas sus economías.
La Comisión de Agua y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) cuenta con un Consejo de Administración que encabeza la misma Norma Otilia. Resulta que las contadas veces que ese Consejo se ha reunido para abordar, se supone, la problemática de la escasez del agua y los problemas financieros y administrativos del organismo, los resultados han sido, son, francamente intrascendentes. Nada de fondo.
Las protestas de la población ubicada en cada uno de los puntos cardinales de esta ciudad capital son constantes, los bloqueos de calles y avenidas son el ariete con el que la gente presiona para que la CAPACH le provea de agua. De acuerdo con testimonios de personas de carne y hueso hay colonias en las que se quejan de que no les llega el agua durante largos y pesados meses. El enojo, quizá el coraje, la inconformidad, aumentan.
Hasta donde se puede saber la CAPACH carece de un Consejo Técnico que pudiera aportar ideas para solucionar el problema del precario abastecimiento del líquido a las familias cuyos niños en algunos casos ya sufren de problemas dermatológicos porque no tienen agua para bañarse.
La CAPACH es opaca porque, por ejemplo, no informa, no publicita, no transparenta sus ingresos, ni sus egresos. No sabemos, por ejemplo, cuánto es lo que pagan anualmente los grandes consumidores de agua: gobierno del estado, la UAGro, las diferentes Dependencias federales, los hoteles, los restaurantes, etc etc, que significan, seguramente, cantidades millonarias de dinero que ingresa a la paramunicipal.
Mal. A estas alturas de lo que va de la administración de Norma Otillia no sabemos no se nos informa de probables gestiones para resolver el problema. Hablo de gestiones para una solución de largo plazo.
Con anterioridad he planteado que una solución viable es que desaparezca la CAPACH y que sus funciones sean asumidas por la CAPASEG (Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Gobierno del Estado de Guerrero) o, ya de plano, que ese organismo pase a ser administrado por la Comisión Nacional del Agua.
Si la CAPACH es un lastre para el Ayuntamiento de Chilpancingo, ahí podría estar la solución para que quienes aquí vivimos no suframos de escasez de agua en nuestras casas o en los negocios, en las escuelas u hospitales…
Los ciudadanos debemos exigir que la CAPACH transparente todo lo que significa.
¿Caja Chica? (www.agenciairza.com)